Atentamente, tu cuerpo

Vengo a pedirte que me escuches, que frenes y me mires. Soy yo, tu templo. El lugar que encarnas. Soy el vehículo en el que te mueves, el canal mediante el que percibes.

Es por mi piel que sientes otras pieles. Te doy refugio, soy la casa de tu alma en este viaje. Vengo a pedirte que me ames. Soy perfecto, aunque no lo creas. No me compares, no me juzgues, no me señales. Mírame con ojos con los que ves a los que amas. Soy tu parte terrenal.

A veces me enfermo para llamar tu atención. Vengo a pedirte que veas mi dolor.

Tu alma te grita a través de mi. Soy la intuimos cuando me muestro extraño. Estoy pidiendo liberación de lo que venías cargando.

Si reprimes lo que sientes voy a gritar.

Si acumulas estrés, voy a explotar.

Si lloras por dentro voy a envejecer.

Si decides rendirte, entonces moriré.

Te doy señales para que te detengas. Para que bajes tu ritmo, para que veas más allá.

Vengo a pedirte que revises tus raíces, que quieras finalmente sanar. Soy yo, eres tu, tu hogar. Vengo a pedirte que te sepas habitar.

Atentamente, tu cuerpo.

Fecha última actualización: 12/07/2024